sábado, 30 de junio de 2007

Borges por China, Argentina por Pinti

Fuente: Página/12


“Hay una historia de Borges que amo: una vez le preguntaron si conocía a un muchacho joven que andaba por Buenos Aires contando sus proezas como escritor y novelista, que por supuesto no tenía ningún talento. El dijo: ‘Sí, lo conozco muy bien. Para este muchacho, la mediocridad no tiene secretos’. Hay otra historia de Borges. Todo el mundo sabía dónde vivía y que él salía solo a caminar, apoyado en su bastón, y al llegar a la esquina, claro, nunca faltaba quien le pedía casi permiso para tener el honor de ayudarlo a cruzar la calle. Un día salió solo, como siempre, hacía frío y había poca gente en la calle. Se paró en la esquina, pasaron unos minutos hasta que llegó un señor que casi se chocó con Borges, se sonrieron los dos, y el señor cruzó la calle con Borges del brazo. Al llegar a destino, los dos dijeron gracias despacito. Borges nunca supo que el que lo había acompañado también era ciego. De esa ceguera con la que convivió, Borges hablaba poco. Pero en uno de sus poemas dice cuatro frases que hay que escuchar con mucha atención. Así habla Borges de su ceguera: ‘Nadie rebaje a lágrima o reproche/ esta demostración de la infinita maestría de Dios,/ que con magnífica ironía supo darme/ al mismo tiempo los libros y la noche’.”


Enrique Pinti deja su “Testamento a los políticos”: “Yo, hombre del medio pelo argentino, en mis cabales, y absolutamente responsable del momento que me toca morir –digo, vivir–, dejo todo mi agradecimiento a las fuerzas vivas, muy vivas, yo diría avivadas, que me gobernaron con total falta de respeto e idoneidad profesional. A los conservadores aristocráticos de la primera hora, les dejo un manual de historia argentina para que la relean a ver dónde dice que en una república democrática alguien puede creerse superior a los demás por cuestiones de linaje y casta, sobre todo siendo hijos de inmigrantes como cualquiera (...) A los correligionarios radicales les dejo una brújula, para que al saber dónde está el Sur y dónde está el Norte, sepan también definirse entre la izquierda, la derecha y el centro, en vez de ser alternativamente pseudobolches o gorilas conservas (...) A los compañeros peronistas, les dejo un manual de la contradicción perpetua y fanática, donde se explica cómo un movimiento populista que luchó contra el conservadurismo puede llegar a ser un movimiento conservador que acusa de populistas a los que luchan contra los conservadores y cómo se puede glorificar a Evita haciendo todo lo contrario de lo que hacía ella. También les dejo un bombo, para que lo conviertan en shopping, y un CD doble con canciones de Menem y música de Palito Ortega, cantado por María Julia”.

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