"¡Somos la Banda del Club de Corazones Solitarios del Sargento Pepper,esperamos que les divierta el espectáculo...!"
Cuando los Beatles editaron este elepé estaba por cumplir 11 años. Ya hacía tiempo que su música se escuchaba y respiraba en el aire. De la mano de amigos un poco más grandes y portando la carita de la foto, iba descubriendo sensaciones nuevas a partir de la música.
En los años siguientes, cada vez que nos enterábamos de que los Beatles estaban preparando algo (las noticias no viajaban aún por internet) esperábamos ansiosos la aparición de un nuevo disco y “Modart en la noche” era la cita obligada en la radio para escuchar un
simple en exclusiva.
La ausencia del mp3 y de las descargas casi instantáneas, permitía que nuestro deseo se prolongara en el tiempo y que cada nuevo tema fuera un acontecimiento ansiosamente esperado. Al principio siempre sonaban raro y después no podíamos parar de escuchar, así había sucedido y sucedió con éste y los discos siguientes. Nuestra percepción se iba acomodando de a poco a sensaciones distintas y un sonido, una poesía, una imagen te esperaba a la vuelta de la esquina. La Banda del Club de Corazones Solitarios del Sargento Pimienta llegaba a tu barrio para sorprenderte y volarte la cabeza.
Con una pequeña ayudita de mis amigos pude aprender a ver las cosas con otros ojos, a experimentar, construir nuevos sentidos, permitirme otras percepciones en el arte y en la vida. La música de los Beatles hizo su parte, comenzó un diálogo musical con su tiempo y lo sigue y seguirá haciendo con los artistas de todas las épocas. Hoy el dueño de la carita de la foto, escucha la música con 40 años más pero con la misma sonrisa.
simple en exclusiva.
La ausencia del mp3 y de las descargas casi instantáneas, permitía que nuestro deseo se prolongara en el tiempo y que cada nuevo tema fuera un acontecimiento ansiosamente esperado. Al principio siempre sonaban raro y después no podíamos parar de escuchar, así había sucedido y sucedió con éste y los discos siguientes. Nuestra percepción se iba acomodando de a poco a sensaciones distintas y un sonido, una poesía, una imagen te esperaba a la vuelta de la esquina. La Banda del Club de Corazones Solitarios del Sargento Pimienta llegaba a tu barrio para sorprenderte y volarte la cabeza.
Con una pequeña ayudita de mis amigos pude aprender a ver las cosas con otros ojos, a experimentar, construir nuevos sentidos, permitirme otras percepciones en el arte y en la vida. La música de los Beatles hizo su parte, comenzó un diálogo musical con su tiempo y lo sigue y seguirá haciendo con los artistas de todas las épocas. Hoy el dueño de la carita de la foto, escucha la música con 40 años más pero con la misma sonrisa.
PD: Emma, gracias por tu sonrisa.
Por Lopecito.
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