jueves, 5 de julio de 2007

"Mis viejos"

María Belén, la última nieta de Abuelas
"Quiero saber por qué lucharon mis viejos"
La joven que recuperó su identidad reconoció que tiene "muchas preguntas" sobre sus padres. El ADN confirmó que es hija del matrimonio Altamiranda-Taranto, asesinado por la dictadura militar.

“El reencuentro fue muy emocionante, se mezclaron un montón de sentimientos. Estoy contenta por haberlos encontrado y a su vez es una historia muy triste”, dijo María Belén al diario "La Voz del Interior".


El lunes pasado, un análisis de ADN confirmó que María Belén –una joven de 29 años residente en Córdoba- es hija del matrimonio Altamiranda-Taranto, desaparecido durante la última dictadura militar.

El resultado del estudio cambió la vida de Belén, quien horas después de conocerse las conclusiones pudo reencontrarse con su familia biológica: sus 4 abuelos y sus 9 tíos.

“El reencuentro fue muy emocionante, se mezclaron un montón de sentimientos. Estoy contenta por haberlos encontrado y a su vez es una historia muy triste”, dijo María Belén al diario cordobés La Voz del Interior. “Soy madre y me imagino lo que se debe sentir al perder a los hijos, buscar y saber que están los nietos. Y no haber sabido más nada”, añadió la joven que tiene una hija de 10 años.

El lunes, la jueza María Servini de Cubría confirmó a los medios que Abuelas de Plaza de Mayo había encontrado a su nieto número 88 e informó que los padres adoptivos de María Belén la habían "adoptado de buena fe" cuando era todavía un bebé.

Aunque Belén siempre supo que era adoptada, las dudas con respecto a su identidad surgieron a partir de información que leyó en los medios. Como las fechas coincidían, se preguntó si no podía ser hija de desaparecidos. “Nunca tuve gente cercana a la que le hubiera pasado esto. Después de un tiempo de no animarme, llegué a Abuelas y empecé todo mi camino”, comentó la joven.

“Charlé muy poco con mi familia, pero lo que los inquietaba mucho era saber cómo estaba, cómo había pasado estos 30 años”, contó y anadió: “Se quedaron muy tranquilos al saber que mis papás adoptivos me dieron una infancia muy feliz y que me cuidaron bien”.

“Empiezo un nuevo camino, vienen cosas muy lindas y tengo la suerte de poder multiplicar todo por dos. Dos madres, dos padres, ocho abuelos y así seguir sumando”, concluyó Belén.

Fuente: La Voz del Interior

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