viernes, 6 de julio de 2007

MÉXICO: PROTEGER CHICHÉN ITZÁ

Alertan arqueólogos sobre la necesidad de proteger Chichén Itzá

AFP
Chichén Itzá, Yuc. Mientras el gobierno y la televisión de México preparan festejos y coberturas para conocer si Chichén Itzá es elegida el sábado entre las siete nuevas maravillas del mundo, vendedores de artesanías y habitantes del lugar ven con indiferencia y temor la llegada del acontecimiento.

En el sitio arqueológico de la cultura maya, ubicado en el estado mexicano de Yucatán, en el sureste del país, las autoridades preparan una magna ceremonia con la participación de grupos de baile de la región, que será simultánea a la que en Lisboa se realice el sábado para conocer las nuevas siete maravillas del mundo.

En contraste, los herederos de aquella cultura milenaria manifiestan sus dudas sobre los beneficios de esta iniciativa.

“¿De qué nos sirve a nosotros que declaren a Chichén Itzá maravilla del mundo? El gobierno promueve y hace campañas, pero a nosotros nadie nos ayuda; si llega dinero, no será para nosotros”, comentó Marcelo, un indígena que camina por las ruinas ofreciendo artesanías a los turistas.

Marcelo, de 40 años, y que prefiere omitir su apellido, no sabe quién es el viajero y cineasta suizo Bernard Weber, promotor de la declaratoria de las siete nuevas maravillas, aunque sí está enterado de la votación por las enormes mantas que promueven a Chichén Itzá.

“Los vendedores no estamos en contra, qué bueno que Chichén Itzá sea una maravilla del mundo, pero los habitantes de los dos pueblos vecinos no ganamos nada, apenas vendemos unas artesanías para sobrevivir”, añadió.

Este hombre, una suerte de líder entre los vendedores de la zona, dejó -como muchos otros en México- las labores agrícolas para dedicarse al comercio ambulante.

“Antes éramos campesinos, pero tampoco había apoyo. Ahora vendemos artesanías y tampoco nos apoyan, y tenemos miedo de que después de esto nos vayan a querer prohibir vender nuestras artesanías”, confesó.
La cautela ante la posible declaratoria de Chichén Itzá como nueva maravilla del mundo está presente incluso entre los responsables del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

“Vemos con simpatía cualquier iniciativa que difunda el patrimonio, pero queremos llamar la atención sobre la conservación del sitio”, dijo Eduardo Pérez, delegado del INAH en Chichén Itzá.

Al arqueólogo lo que más le preocupa es la capacidad del lugar, que ya es visitado por más de un millón de turistas al año y cuyo máximo no debe superar los 1.5 millones, según estudios realizados por expertos de distintas disciplinas.

En contraste, entre las autoridades de Turismo de México el tono es de optimismo por el aumento en el número de visitantes que podría traer la declaratoria.

No hay comentarios: