lunes, 30 de julio de 2007

POLÉMICA POR LA DEPORTACIÓN DE UNA NIÑA ECUATORIANA

Un juez belga anula el proceso de expulsión de Angélica y de su madre
Un informe médico certificó que la madre había sido objeto de violencia física

Las leyes belgas prohíben el uso de la fuerza durante el proceso
BRUSELAS.- Un juez belga ordenó la paralización del proceso de expulsión de la niña ecuatoriana Angélica Loja Cajamarca, de 11 años, y de su madre, cuando estaban siendo trasladadas a Amsterdam, en Holanda, para ser deportadas a Ecuador tras residir ilegalmente en Bélgica durante cuatro años.
Selma Ben Khelifa, abogada de Angélica y Ana Elizabeth Cajamarca, dijo que el juez del tribunal de primera instancia ordenó la liberación de ambas y anuló el procedimiento de expulsión por un defecto de forma, después de que un informe médico certificara que la madre había sido objeto de violencia física.
Una portavoz de la Oficina de Extranjeros, Dominique Ernoult, confirmó que la niña y su madre regresarán a Bruselas, aunque señaló que esperan conocer el contenido de la orden del juez, que es fruto de una petición "unilateral" y no ha tenido en cuenta la posición oficial.
Ben Khelifa presentó este lunes una denuncia por procedimiento de urgencia ante el tribunal de primera instancia después de que un médico certificara que Ana Elizabeth había sido golpeada en las piernas y los dedos en el centro de tránsito del aeropuerto de Bruselas donde aguardaba su deportación.
Las leyes belgas prohíben expresamente el uso de la fuerza durante un proceso de expulsión del país.
Recuperan la libertad
Ben Khelifa señaló que Angélica y su madre podrán regresar a su casa esta noche en virtud de la orden del juez, y no serán llevadas de nuevo al centro cerrado 127 bis, cerca del aeropuerto de Bruselas, donde han estado internadas desde su detención el pasado 30 de junio.
Ernoult ha negado que se empleara la violencia contra Ana Elizabeth Cajamarca y dijo que cuando fue llamado un médico a petición de los abogados no pudo hallar pruebas de golpes ni de que a ambas les fueran administrados medicamentos.
Según Ernoult, el médico se limitó a dar una aspirina a Ana Elizabeth porque le dolía la cabeza.
La orden del juez fue acogida con júbilo por la cincuentena de personas que habían sido convocadas por la Unión de los Sin Papeles (UDEP) en el aeropuerto de Bruselas para impedir la expulsión.
La UDEP y Ben Khelifa parecían haber perdido toda esperanza cuando se anunció que la Oficina de Extranjeros había decidido trasladar a Angélica y a su madre en automóvil hasta Amsterdam, en Holanda, para tomar allí el avión de la KLM que debía llevarlas de regreso a Quito.
Con ello, se pretendía evitar la "presión mediática" en el aeropuerto de Bruselas, que no hacía sino incrementar el estado de estrés en el que se encontraban ambas.
El avión de la KLM, que sale de Bruselas a las 18.50 hora local (16.50 GMT) tiene previsto hacer una escala en Amsterdam, a 200 kilómetros de la capital belga, antes de emprender rumbo a Quito a las 23.20 hora local.
Niños inmigrantes en Bélgica
El caso de Angélica ha despertado indignación en Bélgica por el confinamiento de niños en centros cerrados para inmigrantes, donde rige un régimen muy parecido al carcelario.
Desde su detención el pasado 30 de junio, Angélica y su madre han estado recluidas en el centro de repatriación 127 bis, a pie de pista del aeropuerto de Bruselas.
Unos 700 niños pasaron en 2006 por los cinco centros de este tipo con los que cuenta Bélgica.
La familia de Angélica y Ana Elizabeth habían agotado todos los recursos legales para que ambas pudieran quedarse en Bélgica y sólo una decisión política del ministro del interior, Patrick Dewael, podía anular la orden de expulsión.
Aunque la Oficina de Extranjeros ha anunciado que recurrirá la decisión del juez, eso no impedirá que la niña y su madre recuperen la libertad.
En Bruselas también reside ilegalmente el padre de Angélica, Javier Loja, quien está separado de Ana Elizabeth.

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