sábado, 28 de julio de 2007

SIQUEIROS, UNA CUESTIÓN DE LA CULTURA

El mural de Siqueiros recupera la luz
Una medida judicial logró que se abrieran los contenedores donde está la obra del artista mexicano.
Cuando este fin de semana, la candidata a presidente Cristina Fernández de Kirchner llegue a México lo hará con una gran noticia para el alma cultural de ese país. El mural Ejercicio plástico, de David Alfaro Siqueiros -que México considera una obra maestra del siglo XX-, dejará la intemperie de un playón de la ciudad bonaerense de San Justo para ser restaurado y exhibido en Buenos Aires, luego de 16 años de encierro en cuatro contenedores sin protección. Ayer, una comisión judicial con la intervención de la embajadora para los asuntos de la Mujer, de la Cancillería, Magdalena Faillace, con expertos en restauración y el agregado cultural de México, Jesús Alfonso Nieto Zermeño, abrieron los contenedores y comprobaron que el deterioro del mural no se ha profundizado por encima del que ya sufría en 2003, cuando la Justicia ordenó la primera apertura. Lo pendiente es ahora hallar un lugar cubierto para montar Ejercicio Plástico e iniciar el camino de su restauración para que los argentinos disfruten de esa obra monumental, que en los últimos años ha puesto al país en deuda con el mundo cultural mexicano. Faillace dijo anoche a LA NACION que, dado que el mural debe ser trasladado dentro de los contenedores para ser luego extraído y montado en un sitio cubierto, el espectro de lugares posibles se reduce. "Pero ya estamos evaluando algunas opciones", señaló. No aclaró cuáles son éstas. Con el fin de hacer cumplir la voluntad del muralista mexicano, que consideraba a su obra como "una pintura dinámica para un espectador dinámico", Faillace dijo que "la decisión del Gobierno es que, una vez que se localice el lugar cubierto en el que el mural será montado, la limpieza y restauración se hará ante el público". Ello obedece, añadió, a que quieren que sea un proceso didáctico sobre nuestros artistas. En 2003, el ex secretario de Cultura Rubén Stella y la ex directora de Cooperación Internacional Teresa Anchorena convocaron a los medios e hicieron una diligencia idéntica a la que ayer tuvo lugar, con la futura promesa de restauración que nunca ocurrió. En aquel tórrido verano de 2003, Stella y Anchorena no contaban con las autorizaciones de las partes que reclaman derechos sobre el mural, y que aún siguen trabados en un engorroso litigio. En esta ocasión, el gobierno nacional, con la intervención directa del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, procuró primero las autorizaciones de Dencanor y de Fine Art, las partes del entuerto. Y sólo entonces se solicitó la medida judicial de reconocimiento. Una obra monumental En 2003, una tasación del Banco Ciudad situó el valor del mural de Siqueiros en 5 millones de pesos. La semana última, el engranaje estatal para salvar la obra se puso en marcha, cuando la Cámara de Diputados dio sanción al proyecto de ley que declara al mural de utilidad pública y sujeto a expropiación. El proyecto del diputado oficialista Jorge Coscia será tratado pronto por el Senado. Faillace subrayó que "el mural es absolutamente rescatable, según lo que hoy señalaron los expertos presentes en la diligencia judicial". Fueron: Luis Burucúa, Néstor Barrio, Daniel Schavelzon y Eduardo Guitima. La funcionaria agregó que Ejercicio Plástico no presenta, milagrosamente, mayor deterioro que en 2003. Reafirmó que México sigue comprometido en el proceso de restauración del mural. "El Estado nacional acaba de asumir la salvaguarda de la obra de Siqueiros", agregó. Lo expresado tiene un sentido. El mural creado por Siqueiros en 1933, nació en la profundidad del sótano de "Los Granados", la casona de Natalio Botana, fundador del diario Crítica, en Don Torcuato y a instancias del editor. Su enorme valor artístico y patrimonial se incrementa por cuanto fue realizada en colaboración con los artistas plásticos argentinos Lino Enea Spilimbergo, Antonio Berni y Juan Carlos Castagnino, y el escenógrafo uruguayo Enrique Lázaro. Siqueiros fue un artista excepcional y de vida agitada. Comunista, intervino en la revolución mexicana y se comprometió más tarde con el bando republicano en la Guerra Civil española. Su exilio en la Argentina, vía Uruguay, donde conoció a su esposa, Blanca Luz Brum, hija de un acaudalado empresario, obedeció a diferencias políticas con el flamante gobierno mexicano. La partida de Siqueiros dejó trunco el triunvirato del muralismo mexicano, integrado con Clemente Orozco y Diego Rivera.
Por Susana Reinoso-De la Redacción de LA NACION

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