domingo, 15 de julio de 2007

UNA BÚSQUEDA DEL 76 AL 96

"Joaquín Font, Clínica de salud mental El Reposo, camino del Desierto de los Leones, en las afueras del DF, enero de 1977. Hay una literatura para cuando estás aburrido. Abunda. Hay una literatura para cuando estás calmado. Ésta es la mejor literatura, creo yo. También hay una literatura para cuando estás triste,. Y hay una literatura para cuando estás alegre. Hay una literatura para cuando estás ávido de conocimiento. Y hay una literatura para cuando estás desesperado...
Ahora tomemos al lector desesperado, a quien a presumiblemente va dirigida la literatura de los deseperados...Es el típico pendejo (perdonen la expresión) que se suicidaba después de leer el Werther. Segundo: es un lector limitado. Por qué limitado? Elemental, porque no puede leer más que literatura desesperada o para desesperados, tanto monta, monta tanto, un tipo o un engendro incapaz de leerse de un tirón En busca del tiempo perdido , por jemeplo, o La montaña mágica...
Los lectores desesperados son como las minas de oro de California. ¡ Más temprano que tarde se acaban! ¿Por qué? ¡Resulta evidente! No se puede vivir desesperado toda una vida, el cuerpo termina doblegándose, el dolor termina siendo insoportable, la lúcidez se escapa a grandes chorros fríos..."


Se aconseja acompañar esta lectura con un copita de mezcal "El Suicida".

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