jueves, 2 de agosto de 2007

TRABAJO INFANTIL EN LATINOAMERICA

Latinoamérica: Diferentes miradas sobre el trabajo infantil
Cristiano Morsolin en Bolpress
Un estudio de la Plataforma NAT de Bolivia revela que entre el 25 y 33% del aporte que llega a los clanes, proviene de los chicos que trabajan; éstos sienten afecto por su familia, estudian y ahorran. Este diagnóstico fue difundido el pasado lunes 23 de julio .El trabajo infantil se masifica como una espiral. Moisés Velázquez, con tan solo 14 años, aporta con Bs 20 diarios al sustento de su hogar, compuesto por cinco hijos, incluido él y sus padres. Su jornada laboral empieza bien temprano, cuando toma su carretilla y se dirige al mercado Abasto para ofrecer sus servicios de carga de víveres, oficio que le arroja ingresos diarios, que varían según la demanda de clientes que haya. Este trabajo, que lo alterna con la escolaridad, lo realiza desde hace cinco años. Sus ingresos, además de contribuir al hogar, le permiten financiar sus útiles escolares, gastos de recreo y algunos entretenimientos. Pero no sólo varones trabajan, sino también mujeres. Elizabeth Carlos Seña (16), es una de los tantos Niños y Niñas Trabajadores (NAT) que hay en Bolivia. Vende abarrotes desde hace tres años. Considera que los NAT son actores sociales importantes, porque generan un aporte económico. “El trabajo es digno, aportamos a la sociedad, por eso, si se prohíbe el trabajo infantil nos afectaría. Hay niños que trabajan en este país, y eso hay que aprender a valorarlo”, enfatizó. De acuerdo con información del Censo de 2001, en la capital cruceña existe una población de 510.431 chicos desde los 7 hasta los 18 años. De esos, 48.000 niños, niñas y adolescentes están insertos en la fuerza laboral.No todos los niños y niñas y adolescentes que trabajan están institucionalizados, una buena parte lo hace por cuenta propia y sin ningún apoyo organizacional. Precisamente ese es uno de los retos, incorporarlos a las instituciones que protegen a este segmento de la población. Esto lo tiene bien claro Cleotilde Morales, de Callecruz. Afirma que es necesario llegar a más chicos que no están institucionalizados, para brindarles protección y orientación. Y no se equivoca en su apreciación, puesto que algunos estudios indican que el 57% de los niños que actualmente están en situación de calle, son trabajadores. “Lo que queremos es darles alternativas para que no se vuelvan niños de la calle. Queremos que la mayoría de ellos tenga la atención debida".
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