sábado, 18 de agosto de 2007

VIII ENCUENTRO TEATRAL DEL MERCOSUR EN EL ELDORADO

ELDORADO.- A 60 kilómetros de las Cataratas del Iguazú hay una localidad denominada Eldorado, que tiene aproximadamente 70 mil habitantes. También se la conoce como la capital del trabajo. La madera y la yerba mate son fuentes de trabajo obligadas en el lugar y eso es algo que a cualquier visitante le quedará muy claro ya en la ruta de acceso a la ciudad, siempre cargada de camiones que transportan enormes troncos o enormes bolsas con hojas de yerba. El diseño de la ciudad es bastante extraño ya que la población se extiende a lo largo del río Paraná, en una franja muy extensa, aunque de muy pocas cuadras a lo ancho. El calor allí es moneda corriente y, por supuesto, la típica tierra colorada misionera aporta una pintura extra al paisaje. Desde hace ocho años la región es sede del Encuentro de Arte y Cultura del Mercosur, que está organizado por el Club de Teatro Eldorado, una entidad que conducen la porteña Liliana Rizzo y el rosarino Marcelo Calier. Ellos llegaron al lugar hace diez años, aproximadamente, y como allí la actividad teatral era casi nula, decidieron recuperarla. En verdad en Eldorado, antes de la década del 70, el teatro tenía una presencia importante, pero luego fue desapareciendo, algo parecido sucedió con el cine del lugar. La municipalidad local tiene una sala para cerca de 200 espectadores y el Club de Teatro Eldorado decidió tomarla en comodato y comenzar a realizar sus actividades allí. En un comienzo el público fue resistente a la hora de participar pero, como el grupo decidió proyectar su tarea sobre niños y jóvenes, comenzaron a realizar una fuerte tarea con las escuelas. De esta manera los chicos -nuevos espectadores- empezaron a divulgar en sus casas lo que habían visto o hecho y sus padres, interesados también en esos procesos, no tuvieron más remedio que comenzar a ocupar una butaca en la sala. El Teatro del Pueblo -nombre del espacio- está ubicado en el km 2 de la ciudad, en tanto que el viejo cine, denominado hoy Salón Cultural Eibel, funciona en el km 11. Esas distancias deben recorrer los pobladores, cada día, para participar de las distintas funciones programadas por estos días en los que tiene lugar el VIII Encuentro. Presencia internacional La experiencia se inauguró el domingo pasado con el estreno de Globo , una pieza de Alberto Rojas Apel recreada por el elenco local y continuará hasta mañana. La programación está integrada por elencos del Brasil - Antígona , en versión del Grupo Corpo de San Pablo-, Cuba - Calcinados, de Manuel Martínez-, Perú - La noche del tatú, del grupo Libre Palabra, de Lima-, en tanto que de la Argentina llegaron los grupos de Buenos Aires: Azul con La escuela mágica de las hadas y Hasta las manos con Nuestros derechos ; de Mar del Plata el grupo La granada, con La secreta obscenidad de cada día, de Marco Antonio de la Parra; y de Posadas, los Ton y Son con Sietevidas, la gatópera, de Silvina Reinaudi. Todos los años los organizadores deciden homenajear a una figura destacada del cine y el teatro nacional y, este año fue el turno del actor Ulises Dumont. A la grilla de espectáculos también se suman actividades paralelas. Los desmontajes de las obras están a cargo del dramaturgo Ricardo Halac y también se programaron tres talleres: Jorge Merzari se hizo cargo de La dramaturgia de la luz , Héctor Jatzkevich de El actor y su propia voz; y el brasileño Gonzalo Pérez Carrasco, de teatro físico. Una fuerte concurrencia de público joven es la constante del encuentro, quienes en algunos casos hasta se animan a dialogar con los creadores sobre sus procesos creativos después de una función. Dirigida básicamente a esa generación esta experiencia parece estar dejando una huella importante en la región.
Carlos Pacheco en La Nación

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