Entre las víctimas mexiquenses hay bebés, jovencitas y madres
La mayoría de ataques en Chihuahua, contra empleadas de maquiladoras
Ma. Teresa Montaño
Ma. Teresa Montaño
TOLUCA, Méx.—Un primer análisis criminológico realizado por la Fiscalía Especial para la Atención de Homicidios Dolosos contra Mujeres, arrojó que, a diferencia de las muertas de Juárez, que en su mayoría han sido trabajadoras jóvenes de las maquiladoras, en la entidad las ejecuciones involucran tanto a niñas recién nacidas y jovencitas de 13 ó 15 años, como a madres jóvenes.
La mayoría, es decir más de 50%, ha sido ejecutada con arma de fuego, y otro 25% por estrangulamiento. La tercera causa de los asesinatos es el traumatismo craneoencefálico (golpes con piedras, martillos u otros objetos pesados).
También se detectó que la mayoría de los agresores pudieron haber consumido enervantes o alcohol para cometer los crímenes.
El segundo estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) permitió establecer como causales de la ola de feminicidios la explotación sexual, violencia de género y actos delictivos previos a las ejecuciones.
Sin embargo, los detonantes más importantes son la pobreza, el hacinamiento, desempleo, baja escolaridad y el estrés social que estos factores acarrean.
José Nelson Arteaga, jefe del equipo de investigadores, aseguró que en el perfil de los homicidas analizados se encuentra un entorno masculino de poca tolerancia; reducidas pautas de autocontrol y baja valoración hacia el sexo femenino, lo que genera respuestas violentas.
A su vez el reporte de la diputada federal Maricela Contreras, indica que de los 137 feminicidios registrados en el 2006, la mayoría se caracterizaron por violencia sexual contra mujeres jóvenes, previamente desaparecidas, cuyos cuerpos fueron abandonados en lotes baldíos o en basureros.
“Un 20% de los asesinatos de mujeres tienen su origen en otros delitos (11% se relacionan con robo; 5% con violación y 4% con secuestro). 67 casos de los 137 ocurridos en 2006 los homicidas agredieron a la víctima antes de matarla. En 18 casos más los asesinatos estuvieron precedidos por ataques sexuales. La principal causa de la muerte de estas mujeres fue por disparo de arma de fuego (51 casos) seguido de asfixia por estrangulación (31) y 20 más por traumatismo craneoencefálico”, señala el informe de la diputada.
A la fecha no han sido detenidos los homicidas de Esthela y su pequeña hija de tres años, ni los de otras asesinadas, como Jennifer Palacios Hernández, de 14 años, cuyo cuerpo fue encontrado con huellas de estrangulamiento.
Al respecto la Fiscal Especial que investiga los homicidios dolosos contra mujeres, Patricia Martínez Cranss, admitió que de los homicidas de 2005 sólo 10 han sido sentenciados; de los de 2006, otros 10; mientras que este año sólo 11 hombres recibieron sentencia condenatoria, cuando de enero al 31 de octubre ya se llevaban contabilizados 131 feminicidios.
La mayoría, es decir más de 50%, ha sido ejecutada con arma de fuego, y otro 25% por estrangulamiento. La tercera causa de los asesinatos es el traumatismo craneoencefálico (golpes con piedras, martillos u otros objetos pesados).
También se detectó que la mayoría de los agresores pudieron haber consumido enervantes o alcohol para cometer los crímenes.
El segundo estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) permitió establecer como causales de la ola de feminicidios la explotación sexual, violencia de género y actos delictivos previos a las ejecuciones.
Sin embargo, los detonantes más importantes son la pobreza, el hacinamiento, desempleo, baja escolaridad y el estrés social que estos factores acarrean.
José Nelson Arteaga, jefe del equipo de investigadores, aseguró que en el perfil de los homicidas analizados se encuentra un entorno masculino de poca tolerancia; reducidas pautas de autocontrol y baja valoración hacia el sexo femenino, lo que genera respuestas violentas.
A su vez el reporte de la diputada federal Maricela Contreras, indica que de los 137 feminicidios registrados en el 2006, la mayoría se caracterizaron por violencia sexual contra mujeres jóvenes, previamente desaparecidas, cuyos cuerpos fueron abandonados en lotes baldíos o en basureros.
“Un 20% de los asesinatos de mujeres tienen su origen en otros delitos (11% se relacionan con robo; 5% con violación y 4% con secuestro). 67 casos de los 137 ocurridos en 2006 los homicidas agredieron a la víctima antes de matarla. En 18 casos más los asesinatos estuvieron precedidos por ataques sexuales. La principal causa de la muerte de estas mujeres fue por disparo de arma de fuego (51 casos) seguido de asfixia por estrangulación (31) y 20 más por traumatismo craneoencefálico”, señala el informe de la diputada.
A la fecha no han sido detenidos los homicidas de Esthela y su pequeña hija de tres años, ni los de otras asesinadas, como Jennifer Palacios Hernández, de 14 años, cuyo cuerpo fue encontrado con huellas de estrangulamiento.
Al respecto la Fiscal Especial que investiga los homicidios dolosos contra mujeres, Patricia Martínez Cranss, admitió que de los homicidas de 2005 sólo 10 han sido sentenciados; de los de 2006, otros 10; mientras que este año sólo 11 hombres recibieron sentencia condenatoria, cuando de enero al 31 de octubre ya se llevaban contabilizados 131 feminicidios.
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