
Lola Mora- Radio Nederland Wereldomroep
"Llegaron a mi barrio y me llevaron con ellos, junto a mi hermana pequeña y tres vecinas más. Mi hermana pequeña y una de mis vecinas todavía están con ellos" afirma Marie.
Miles de mujeres que viven en el Este de la República Democrática de Congo son secuestradas y violadas por milicias o grupos armados. Muchas jamás regresan a la comunidad.
"Cecile Mulolo, psicóloga en el programa sobre violencia sexual aquí en el Hospital de Panzi cuenta que Marie, una joven de 18 años que está embarazada, acaba de salir en febrero de la selva, estaba allá desde agosto. Era estudiante, volvía de la escuela y oscurecía y fue en ese momento que la capturaron. Se la llevaron a la selva junto a su hermana pequeña de 15 años. Ha tenido la suerte de poder escaparse, pero su hermana sigue en la selva".
Según narra Marie: "Allá éramos comparables a los animales, nos pegaban sin piedad. Vivíamos como esclavas, transportábamos bultos. Si estás enferma no es su problema. No sé quien es el padre pero ahora estoy embarazada de seis meses. Ellos nos violaban tres veces por día".
La psicóloga dice que son mujeres muy traumatizadas. Son mujeres que muchas veces no consiguen expresarse y hablar. Pero con el poco tiempo que llevan aquí, puedo decir que ya están másrecuperadas y ahora ya hablan e incluso sonríen".
Al hospital Panzi de Bukavu también llegan víctimas desde otros países de la región africana de los Grandes Lagos, como Burundi y Ruanda.
En Ruanda durante el genocidio de 1994, unas 250.000 mujeres fueron víctimas de crímenes sexuales: Violación, esclavitud sexual, embarazo forzado, mutilaciones genitales.
"Cecile Mulolo, psicóloga en el programa sobre violencia sexual aquí en el Hospital de Panzi cuenta que Marie, una joven de 18 años que está embarazada, acaba de salir en febrero de la selva, estaba allá desde agosto. Era estudiante, volvía de la escuela y oscurecía y fue en ese momento que la capturaron. Se la llevaron a la selva junto a su hermana pequeña de 15 años. Ha tenido la suerte de poder escaparse, pero su hermana sigue en la selva".
Según narra Marie: "Allá éramos comparables a los animales, nos pegaban sin piedad. Vivíamos como esclavas, transportábamos bultos. Si estás enferma no es su problema. No sé quien es el padre pero ahora estoy embarazada de seis meses. Ellos nos violaban tres veces por día".
La psicóloga dice que son mujeres muy traumatizadas. Son mujeres que muchas veces no consiguen expresarse y hablar. Pero con el poco tiempo que llevan aquí, puedo decir que ya están másrecuperadas y ahora ya hablan e incluso sonríen".
Al hospital Panzi de Bukavu también llegan víctimas desde otros países de la región africana de los Grandes Lagos, como Burundi y Ruanda.
En Ruanda durante el genocidio de 1994, unas 250.000 mujeres fueron víctimas de crímenes sexuales: Violación, esclavitud sexual, embarazo forzado, mutilaciones genitales.
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