Una película trae a Donostia la indignación por los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez
El Victoria Eugenia acoge hoy la proyección de 'Preguntas sin respuesta', de Rafael Montero. Familiares de víctimas participarán a continuación en un debate.
ALBERTO MOOYANO
El Victoria Eugenia acoge hoy la proyección de 'Preguntas sin respuesta', de Rafael Montero. Familiares de víctimas participarán a continuación en un debate.
ALBERTO MOOYANO
amoyano@diariovasco.com
SAN SEBASTIÁN. DV. Asesino en serie, snuff-movies, robo de órganos para trasplante, redes de proxenetas o grupos incontrolados. Lo único cierto es que más de un millar de mujeres han sido asesinadas o han desaparecido en las ciudades mexicanas de Chihuajua y Ciudad Juárez en los últimos tres lustros. La película Preguntas sin respuesta, del director mexicano Rafael Montero, recurre a un puñado de testimonios de familiares de víctimas para poner al día los datos que durante este tiempo ha arrojado la investigación que tanto autoridades como sectores independientes han llevado a cabo. Y la única conclusión es que este femenicidio es un caso abierto, pendiente de resolución, más allá de algunos intentos de buscar chivos espiatorios. La película se proyecta esta tarde en Donostia (Victoria Eugenia, 20.00 horas), de la mano del Festival de Cine y Derechos Humanos, y Donostia Entremundos.El director de la cinta, acompañado del delegado donostiarra de Cultura, Ramón Etxezarreta, y de la concejal delegada de Igualdad, Ainhoa Beola, presentó ayer la proyección de esta película en la que invirtió dos años de rodaje, seis meses de montaje y que se estrenó hace tres años en México. En el debate posterior a la proyección participarán las familiares de víctimas Julia Esther Cano y Elia Escobedo, de la Asociación Nuestra Hijas de Regreso a Casa, que ayer rehusaron posar para las cámaras por miedo a sufrir posibles represalias en su país.Preguntas sin respuesta: los asesinatos y desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez y Chihuahua es una historia de dolor, impotencia e indignación por parte de las víctimas y sus familiares hacia unas autoridades que, tanto con el Gobierno del PRI como con el del PAN, han restado importancia a una situación cuya existencia, finalmente, ha traspasado las fronteras mediante reportajes, libros y películas.Silencio administrativo«El documental parte de la necesidad de armar el rompecabezas que el caso se volvió. Se robaron piezas y se pusieron otras que no correspondían», señaló ayer Montero, quien reconoció que no ha sufrido presiones de ningún tipo a la hora de grabar los testimonios de la película. «Creo que fue importante el hecho de que desde el primer momento en el que llegué a Ciudad Juárez dije a qué venía». Sí reconoce Montero el obstáculo que supuso para su trabajo la indiferencia de las autoridades, que rechazaron aportar su versión al filme mediante el sistema de no responder a las solicitudes del director. «Sólo un vocero del gobierno local accedió a hacernos unas declaraciones y ya verán como intenta tapar el sol con un dedo», declaró ayer el director mexicano.La película no se ha estrenado comercialmente en su país, pero sí que ha recorrido el circuito de salas de universidades, ONG's y asociaciones culturales, además de cosechar una buena colección de premios.
SAN SEBASTIÁN. DV. Asesino en serie, snuff-movies, robo de órganos para trasplante, redes de proxenetas o grupos incontrolados. Lo único cierto es que más de un millar de mujeres han sido asesinadas o han desaparecido en las ciudades mexicanas de Chihuajua y Ciudad Juárez en los últimos tres lustros. La película Preguntas sin respuesta, del director mexicano Rafael Montero, recurre a un puñado de testimonios de familiares de víctimas para poner al día los datos que durante este tiempo ha arrojado la investigación que tanto autoridades como sectores independientes han llevado a cabo. Y la única conclusión es que este femenicidio es un caso abierto, pendiente de resolución, más allá de algunos intentos de buscar chivos espiatorios. La película se proyecta esta tarde en Donostia (Victoria Eugenia, 20.00 horas), de la mano del Festival de Cine y Derechos Humanos, y Donostia Entremundos.El director de la cinta, acompañado del delegado donostiarra de Cultura, Ramón Etxezarreta, y de la concejal delegada de Igualdad, Ainhoa Beola, presentó ayer la proyección de esta película en la que invirtió dos años de rodaje, seis meses de montaje y que se estrenó hace tres años en México. En el debate posterior a la proyección participarán las familiares de víctimas Julia Esther Cano y Elia Escobedo, de la Asociación Nuestra Hijas de Regreso a Casa, que ayer rehusaron posar para las cámaras por miedo a sufrir posibles represalias en su país.Preguntas sin respuesta: los asesinatos y desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez y Chihuahua es una historia de dolor, impotencia e indignación por parte de las víctimas y sus familiares hacia unas autoridades que, tanto con el Gobierno del PRI como con el del PAN, han restado importancia a una situación cuya existencia, finalmente, ha traspasado las fronteras mediante reportajes, libros y películas.Silencio administrativo«El documental parte de la necesidad de armar el rompecabezas que el caso se volvió. Se robaron piezas y se pusieron otras que no correspondían», señaló ayer Montero, quien reconoció que no ha sufrido presiones de ningún tipo a la hora de grabar los testimonios de la película. «Creo que fue importante el hecho de que desde el primer momento en el que llegué a Ciudad Juárez dije a qué venía». Sí reconoce Montero el obstáculo que supuso para su trabajo la indiferencia de las autoridades, que rechazaron aportar su versión al filme mediante el sistema de no responder a las solicitudes del director. «Sólo un vocero del gobierno local accedió a hacernos unas declaraciones y ya verán como intenta tapar el sol con un dedo», declaró ayer el director mexicano.La película no se ha estrenado comercialmente en su país, pero sí que ha recorrido el circuito de salas de universidades, ONG's y asociaciones culturales, además de cosechar una buena colección de premios.
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