No se soluciona el caso del homosexual iraníPerro de Jong
14-03-2008
Una historia extraña. Mehdi Kazemi, un joven homosexual iraní, pide asilo en Gran Bretaña. La petición es rechazada y huye a Holanda. Allí no se le expulsa, en principio, pero tampoco se tramita la posibilidad de acogerlo debido a determinadas reglas europeas. Kazemi corre el riesgo de ser puesto en un avión pero, después de numerosas protestas, el gobierno británico revisará nuevamente la solicitud de asilo.
La decisión de Londres de reabrir el caso, basándose en "nuevas circunstancias" libera, en todo caso, a la secretaria de Estado de Justicia holandesa, Nebahat Albayrak, de una delicada situación. Cuando la ex ministra de Inmigración de Holanda, Rita Verdonk, quiso extraditar en 2005 a homosexuales iraníes, Albayrak se opuso. Pero ahora, en el caso de Mehdi Kazemi, daba la impresión que actuaría igual que la controvertida ministra.
En el acuerdo de Dublín se establece que un peticionario de asilo puede extender su solicitud en un solo país europeo. En el caso de Kazemi fue Gran Bretaña, país en que permaneció como estudiante cuando a comienzos de 2006 su familia le informó que su ex amante Parham había muerto ejecutado en la horca.
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