■ Asegura que en dicho lugar han matado a más de 30 mujeres
Lamenta Inmujeres que la región triqui “no sea una zona óptima para desarrollarse”
Gustavo Castillo García en jornada/UNAM
Lamenta Inmujeres que la región triqui “no sea una zona óptima para desarrollarse”
Gustavo Castillo García en jornada/UNAM
En la región triqui en Oaxaca “las condiciones no son óptimas para desarrollarse”, y se han cometido más de 30 asesinatos de mujeres, no sólo los de las periodistas Felícitas Martínez y Teresa Bautista, afirmó María del Rocío García Gaytán, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), al ser entrevistada al término del primer Encuentro Nacional e Internacional de Magistradas y Juezas, realizado en la ciudad de México.
En ese contexto, la funcionaria federal explicó que diversas organizaciones civiles han solicitado la emisión de una declaratoria de alerta de género a fin de que las autoridades de todos los niveles pongan en marcha medidas que garanticen los derechos humanos de las mujeres de esa etnia.
Sin embargo, expuso que la petición no se realizó por los canales adecuados, ya que en días pasados organizaciones civiles como el Colectivo Huaxyacac promovieron una solicitud en ese sentido, pero se formalizó ante la Secretaría de Gobernación.
Apuntó que “no son nada más estas mujeres triquis (en alusión a las periodistas Felícitas Martínez y Teresa Bautista); hace cinco días, otras dos mujeres fueron asesinadas. Ahí tenemos como 30 mujeres triquis muertas. Allí las condiciones no son óptimas para desarrollarse”.
Por otra parte, la magistrada e integrante del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) Elvia Rosa Díaz de León dijo que existe la necesidad de buscar reformas para que en todos los estados se considere la violencia intrafamiliar como delito independiente al de lesiones.
“Es muy importante que nos demos cuenta que las mujeres no estamos pidiendo privilegios, simplemente estamos solicitando que nos traten en igualdad de condiciones y se nos den las mismas oportunidades que a los varones en todos los ámbitos, de trabajo y de desarrollo”, dijo la magistrada.
Asimismo, consideró que si bien las penas que se aplican a las mujeres no son más duras que las que se imponen a los hombres, “lo que sucede es que en el caso de una mujer la situación es mucho más grave.
“Cuando ingresa a prisión, la mujer generalmente se queda sola, y si tiene hijos, no tienen futuro ni quién se ocupe de ellos, y ahí vive entonces un doble castigo”; por ello indicó que se deben analizar las situaciones en cada caso particular y se debe permitir que las acusadas tengan la posibilidad de demostrar las razones que las llevaron a cometer un delito, como un atenuante de la condena.
En ese contexto, la funcionaria federal explicó que diversas organizaciones civiles han solicitado la emisión de una declaratoria de alerta de género a fin de que las autoridades de todos los niveles pongan en marcha medidas que garanticen los derechos humanos de las mujeres de esa etnia.
Sin embargo, expuso que la petición no se realizó por los canales adecuados, ya que en días pasados organizaciones civiles como el Colectivo Huaxyacac promovieron una solicitud en ese sentido, pero se formalizó ante la Secretaría de Gobernación.
Apuntó que “no son nada más estas mujeres triquis (en alusión a las periodistas Felícitas Martínez y Teresa Bautista); hace cinco días, otras dos mujeres fueron asesinadas. Ahí tenemos como 30 mujeres triquis muertas. Allí las condiciones no son óptimas para desarrollarse”.
Por otra parte, la magistrada e integrante del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) Elvia Rosa Díaz de León dijo que existe la necesidad de buscar reformas para que en todos los estados se considere la violencia intrafamiliar como delito independiente al de lesiones.
“Es muy importante que nos demos cuenta que las mujeres no estamos pidiendo privilegios, simplemente estamos solicitando que nos traten en igualdad de condiciones y se nos den las mismas oportunidades que a los varones en todos los ámbitos, de trabajo y de desarrollo”, dijo la magistrada.
Asimismo, consideró que si bien las penas que se aplican a las mujeres no son más duras que las que se imponen a los hombres, “lo que sucede es que en el caso de una mujer la situación es mucho más grave.
“Cuando ingresa a prisión, la mujer generalmente se queda sola, y si tiene hijos, no tienen futuro ni quién se ocupe de ellos, y ahí vive entonces un doble castigo”; por ello indicó que se deben analizar las situaciones en cada caso particular y se debe permitir que las acusadas tengan la posibilidad de demostrar las razones que las llevaron a cometer un delito, como un atenuante de la condena.
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