domingo, 5 de abril de 2009

NIÑOS MIGRANTES, CRECER DE GOLPE

Los niños migrantes en el filo del peligro
jornada/UNAM
La migración centroamericana muestra cada vez con mayor fuerza su rostro infantil. Cada año cientos de niñas y niños deciden migrar o son obligados a dejar su terruño a consecuencia de la pobreza que recorre sus países. La violencia que caracteriza a la migración infantil de salvadoreños por México, y en particular en el estado de Chiapas, se puede ver a través de las estadísticas que muestran los rostros de la niñez migrante detenida en el primer brinco por nuestro país
Por: Eduardo González Velázquez
Gracias a los datos recabados a lo largo de 2008 por el Consulado General de El Salvador en Tapachula, con base en los menores que fueron atendidos por las autoridades consulares, luego de ser asegurados por las autoridades mexicanas, podemos tener una radiografía muy clara sobre el fenómeno migratorio de niños y niñas salvadoreños a través del estado de Chiapas. La pobreza en su más amplio espectro económico, social y familiar, juega un papel fundamental como motor de la migración. Así vemos que el 39.5 por ciento de los niños migra para concretar la reunificación familiar; el 30 por ciento lo hace para encontrar un trabajo; y el 5 por ciento fue obligado por la delincuencia. El 31 por ciento viaja junto a su madre, y 8 por ciento con su padre. Pocos son los que viajan con un grupo familiar completo, tan solo el 7.5 por ciento, esto debido al costo que implica que varios miembros de la familia hagan el viaje al mismo tiempo. El 29 por ciento viaja con un primo o tío.
Muchos son los obstáculos que deben vencer: la geografía; las condiciones climáticas; las autoridades migratorias y policiacas; las bandas delictivas; los secuestros; los asaltos; las redes de prostitución; las detenciones y las deportaciones. A pesar de que el estado de Chiapas se significa como un “estado de contención” de la migración indocumentada (del total de los 731 incidentes de aseguramientos de menores salvadoreños en nuestro país, 43 por ciento ocurrieron en ese estado); sabemos que una vez atravesando Chiapas se cuenta con más del 75 por ciento de probabilidades de un viaje “exitoso”.
Los aseguramientos permiten trazar la ruta y los medios que utilizan los menores por internarse en Chiapas.
Tuxtla Gutiérrez es donde se aseguró al mayor número de niños con el 20 por ciento; siguió Huixtla con el 19 por ciento. El 27 por ciento ingresó por el río Suchiate. Asimismo, el 45 por ciento fue asegurado a bordo de un autobús; el 19 por ciento mientras viajaba en una combi o un taxi, y el 8 por ciento a bordo de la “bestia”, el tren Chiapas-Mayab.
De los menores asegurados el año pasado 276 que corresponde al 38 por ciento, eran niñas; y 455, es decir, el 62 por ciento eran niños. Al tomar una muestra de los adultos salvadoreños deportados durante el mes octubre encontramos que la migración femenina adulta es mucho menor que la infantil. De 444 adultos únicamente el 19 por ciento eran mujeres.
El 66 por ciento de los menores se encuentran en el rango de 13 a 17 años, el resto es menor a doce años. A pesar de la corta edad, el 43 por ciento dedicaba su tiempo a ganarse la vida y ayudar a su familia en labores agropecuarias; el 7.5 por ciento trabajaban en el comercio; el 4 por ciento lo hacía en la mecánica automotriz; y un 5 por ciento laboraba como albañiles. En El Salvador el 14 por ciento de los menores migrantes vive con ambos padres y en la mayoría de los casos junto a todos sus hermanos; el 32 por ciento reside con su madre; el 4 por ciento con su padre; y el 14 por ciento, con tíos o primos. El 27 por ciento vive con al menos uno de sus abuelos, que por regla general son los maternos. Aunque el 51 por ciento busca reunirse con al menos uno de sus padres en Estados Unidos; hay un 6 por ciento que manifestó al momento de su detención que no había ninguna persona esperando por ellos.
Un aspecto que comienza a presentarse cada vez más en la migración centroamericana es la decisión de quedarse en nuestro país. Así el 86 por ciento tiene el deseo de llegar a la Unión Americana, pero el 6 por ciento tiene el deseo de quedarse en México. De los que buscan alcanzar Estados Unidos el 23 por ciento se dirige a California; el 21 por ciento a Texas; el 16 por ciento a Nueva York; y el 8 por ciento va hacia Virginia.
Así transcurre la migración de niñas y niños salvadoreños por nuestro país. Muchos quieren alcanzar un lugar donde vivir pero pocos lo conseguirán. Demasiados llegan a nuestra frontera sur y un número reducido alcanzarán la línea con Estados Unidos. Muchas niñas y niños viajando solos, sin nadie que los espere “del otro lado”, y sí varias redes de tráfico de personas que buscan sacar provecho de su indefensión. Al inicio del día cientos comienzan el viaje, a lo largo de la jornada el país y las circunstancias se irán deshaciendo de ellos.

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