jueves, 28 de octubre de 2010

NÉSTOR KIRCHNER, 1950-2010- MORIR COMO UN MILITANTE



Por Andrea Recúpero
para Tiempo Argentino

Dolor en todo el país por la muerte del ex presidente Néstor Kirchner
Publicado el 28 de Octubre de 2010
La noticia conmocionó a oficialistas y opositores. Una multitud se congregó espontáneamente en Plaza de Mayo.
La muerte interrumpió la trayectoria del político que en 2003 logró rescatar a la Argentina de la peor crisis de su historia desde el retorno de la democracia. Del mandatario que el 24 de marzo de 2004 pidió al entonces jefe del Ejército, Roberto Bendini, que descolgara los cuadros de los dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone que se exhibían en el Colegio Militar y del militante que en su último discurso público pidió a los argentinos: “No dejemos que nos dividan.” El ex presidente Néstor Kirchner murió ayer en El Calafate a las 9:15 de un paro cardiorrespiratorio. El titular del Partido Justicialista tenía 60 años y en ese momento estaba en su residencia santacruceña junto a su esposa, la presidenta Cristina Fernández, quien lo acompañó cuando fue trasladado de urgencia al Hospital Formenti, donde lo sometieron a tareas de reanimación, sin resultados.
La noticia trascendió en minutos y se confirmó antes de las 10. La muerte interrumpió también una jornada que se proyectaba tranquila por la realización del Censo Nacional de Población en todo el país. Apenas dos horas más tarde del inicio de la encuesta de hogares, el país reaccionaba conmocionado y dolorido ante la muerte del ex presidente. En un gesto espontáneo, organizaciones sociales y de Derechos Humanos convocaron desde muy temprano a una movilización en Plaza de Mayo para manifestar el dolor por la muerte del líder justicialista. La marcha que había sido convocada para las 20 comenzó mucho antes y se convirtió desde la media tarde en un incesante desfile de personas que se acercaron al centro de la ciudad para manifestar su pesar.
Los dirigentes oficialistas declararon estar “golpeados por la muerte del amigo”. El diputado Agustín Rossi, muy conmovido, destacó que Kirchner fue “el presidente que sacó a la Argentina de su peor crisis”, mientras el titular de la GGT afirmó que “para los trabajadores, después de Perón y Evita viene Kirchner”. La central obrera emitió también un comunicado de respaldo a la gestión de Cristina Fernández.
Desde la oposición, el mensaje unánime fue de condolencias. Por un día, las diferencias políticas quedaron en segundo plano y los referentes partidarios de las fuerzas opositoras destacaron la fuerza con la que Kirchner defendía el modelo del país en el que creía y por el que militaba desde su juventud.
Algunos dirigentes que trabajaron codo a codo con el santacruceño durante su presidencia y que actualmente militan en la vereda opositora, como el ex gobernador bonaerense Felipe Solá, el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, reivindicaron los logros de su gestión y se mostraron profundamente afectados por la noticia.
Los principales líderes del mundo lamentaron la pérdida de un “líder de la democracia que logró la recuperación de la economía argentina”. El presidente estadounidense, Barack Obama, el ruso Dmitri Medvédev, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon y todos los mandatarios latinoamericanos enviaron sus condolencias a la presidenta y a los argentinos.
Según el parte médico firmado por los médicos Luis Buonomo y Benito Allen González, el secretario general de la Unasur murió “como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio no traumático, que no respondió a las maniobras de resucitación básicas y avanzadas”.
Este año el ex presidente había sufrido dos descompensaciones por las que fue internado de urgencia. La primera fue el 7 de febrero, cuando lo intervinieron por una obstrucción en la arteria carótida derecha. Y la segunda, el 11 de septiembre último, cuando debió ser sometido a una angioplastia para destaparle una arteria y colocarle un stent.
Los primeros problemas de salud de Kirchner trascendieron durante su presidencia, debido a una dolencia intestinal que lo obligaba a llevar una dieta estricta, vida sana y gimnasia diaria. Sin embargo, por su personalidad y sus responsabilidades, el ex mandatario atravesaba casi a diario situaciones de estrés y tensión que no lo favorecían.
Incluso en 2008, en plena crisis del campo, sufrió una descompensación y debió ser atendido en una clínica privada.
En las últimas semanas, los médicos le habían recomendado que descansara y dejara de lado sus compromisos partidarios para bajar los decibeles y recuperarse tras el último stent. Sin embargo, el ex mandatario no atendió las recomendaciones de los especialistas y 72 horas después de ser sometido a esa intervención reapareció en un acto de la Juventud Peronista en el Luna Park.
El gobierno nacional decretó tres días de duelo y decidió que el cuerpo del líder justicialista sea velado desde hoy, a partir de las 10, en la Galería de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa de Gobierno. El subsecretario de Medios, Alfredo Scoccimarro, fue ayer el encargado de transmitir a la prensa las decisiones de gobierno vinculadas a la muerte de Néstor Kirchner.
La presidenta y los funcionarios del Gabinete nacional pasaron la primera jornada de duelo en la residencia Los Sauces de El Calafate, adonde llegó –por la noche– la hija del ex mandatario, Florencia, quien reside en Nueva York. Muchos vecinos se acercaron hasta el lugar para dejar ofrendas, velas y mensajes dedicados al ex presidente, cuyos restos serán inhumados el sábado en el cementerio municipal de Río Gallegos.
El viernes pasado Kirchner compartió con Cristina el último acto al que asistió. Fue en Chivilcoy, al cumplirse el 156° aniversario de esa ciudad bonaerense. Fue su última aparición pública. Poco después, el viernes, viajaron a Santa Cruz. Estuvieron en Río Gallegos y luego se trasladaron a El Calafate donde se quedaron hasta ayer, porque la presidenta tenía una angina viral. Kirchner estaba preocupado por la salud de Cristina, confiaron a este diario sus allegados. Era de esas personas que enfrentan sus propios límites. Pura pasión. Un militante.

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