lunes, 1 de noviembre de 2010

VAMOS AL TEATRO...a propósito de la política en tiempos de muerte

VAMOS AL TEATRO
por Cristina Escofet*
I. Siempre fui una mística.Jamás dejé de ser sujeto político.Comprendí a corta edad la unión entre Física y Metafísica.Me he sumergido como en un túnel por los laberintos de Hegel.Carlos Marx me sacudió la cabeza.Sartre me puso en carne viva.Simone de Beauvoir me robó el corazón para siempre.Tita Merello actuó para miJauretche, Scalabrini y mi maestro el filósofo Rodolfo M.Agoglia me enseñaron a pensar.Tuve la dicha de conocer a Silvio Frondizi y a Carlos Astrada.Cuando milité en un gremio de no docentes un compañero me advirtió: piba, vos sos peronista, a vos la izquierda no te va.El peronismo me entró por donde debía entrar en mi vida. por la realidad.Las fuerzas de la dictadura me arrojaron de mi cátedra universitaria.El teatro me permitió rearmar mi columna vertebral.La filosofía me otorgó el privilegio de devorar conceptos y nadar en las aguas profundas del pensamiento.Desde Nieztche hasta Heidegger, desde Descartes hasta Robespierre, de quien a los 20 me enamoré furiosamente. Desde luego he perdido la cabeza varias veces. Y ahora, amparada en la antimateria, ni siquiera me preocupo de si la perdí o la tengo puesta. Simplemente salto de coordenada en coordenada.Aclaro: si alguna vez tuve la tentación de pensar que el mundo giraba a mi alrededor, a pesar de las contundencias de Galileo, la física cuántica me ha develado certezas extraordinarias. Por ejemplo, que una es apenas un salto en la cadena del ADN universal. Y que apenas nos diferenciamos de ujna hormiga o de una hoja de sauce (Carl Sagan dixit)Ser dramaturga me metió en otro camino: conocer y estudiar al personaje.

II. No confundir ficción con realidad dicen que marca el límite de la cordura con la locura.Los creadores solemos perderlo toda vez que estamos ante el acto de crear.Pero luego, conocedores de que la escena es un punto de vista, salimos de esa cinta de moebius que es la creación y tomamos mate con galletitas, gritamos algún gol, o miramos lo que mira todo el mundo por tele y desde luego votamos y tenemos opinión.En suma: una se construye como un ser simple, que se adosó factores múltiples de conocimiento , teórico , práctico y metafísico,como diría mi amigo Kant.Es decir. una reza y reza.Una piensa y la compu cerebral, trabaja y archiva.Una da sus opiniones y aprende a confrontar.Una monta una obra y ni por pasteles se nos ocurre que la ficción puede superar a la realidad.Y todos los órdenes, todos, parecen convivir, aunque a veces se arme alguna gritería interna.

III. En fin, repasando la artillería de "opiniones" de la mayoría del arco opositor, donde el silencio por estos días puede leerse como una opinión, es que me digo, ¿les interesa la política o les encanta hacer de políticos?Considerando como un ejercicio apasionante el del pensamiento y la política, y no encontrando ni pasión ni pensamiento en la mayoría del arco opositor, me inclino hacia el que les gusta hacer de políticos. Y comprendiendo algo del quehacer teatral, creo que han equivocado su camino. Su monocorde camino. En nuestro país, hay excelentes maestros/as de teatro. Y la dramaturgia permite al actor transitar por una gama infinita de personajes que de verdad encarnan pasiones, desnudan tramas de intriga, permiten conocer el corazón de las traiciones, y hasta distanciarse de la escena central para comprender mejor la trama.

IV.Y juro que estoy hablando con el corazón en la mano. Las tablas se están perdiendo a Cobos haciendo de Polonio. No se me ocurre que pueda encarnar a Yago, todavía. A Lilita la veo muy preparada para relanzar un hermoso folletín (formato que adoro) y la veo en la telenovela de la tarde como la beata que perdió el rumbo y va camino a envenenadora serial. A la seductora e inteligente Stenssoro, la veo más cerca de encarnar una heroína sudamericana raptada por un caudillo federal, y comprendiendo por ejemplo los latidos de la patria grande. A una Stoltbitzer la veo más bien en el cine, en una suerte de la Película del Rey. Si, la veo arrastrando un atril radical,en medio del desierto, ,con el escudo del partido muy camouflado con cosas tales como pedazos de raíces, un ojo de vizcacha, puede ser también los cuernos de un toro. Ella agotada sin fuerzas, arrastra sola el atril. Hay gente que se le acerca con un mapa de ruta. Ella, toma esas hojas y las rompe. En el desierto se escucha: No hay rumbo.Se podría hacer mucho con esta gente. He citado sólo algunos. La versión saineteada de El padrino, no se descarta.

V.Si vamos al teatro, vamos al teatro decía mi vieja, que era muy culta, pero a la hora de cenar no me hagan novelitas de que esto no me gusta y a la hora de lavar los platos, no me vengan con el circo de que me duele la muñeca. Por eso: No confundamos. Los políticos de oposición, ha perdido todas las chances ( en su mayoría insisto) de generar pensamiento. pero como actores, tienen un futuro más que digno.La seguimos...

Cristina Escofet (Aguafuertes producciones)
Profesora en Filosofía, escritora, dramaturga, guionista, investigadora en temas de género

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