viernes, 25 de mayo de 2007

DIA INTERNACIONAL DEL NIÑO PERDIDO

Por Emma Funes

Revisando las tapas de los diarios encuentro que hoy (25 de mayo) es el día Internacional del Niño Perdido. Veo proyectado sobre el fantástico Marble Arch (Londres), sobre un fondo fucsia -propio del atributo del juguete infantil- el rostro angélico de Madeleine McCann, que fue secuestrada hace tres semanas, en una playa portuguesa mientras dormía.
Sin instancias de mediación pienso en nuestros niños perdidos. Es que hoy es 25 de Mayo y muchos se disfrazaran de negrita mazamorrera y otros de negritos que venden velas (los omitidos de cualquier relato que no sea escolar). Hay otros ausentes, de los que no es posible escribir una historia, armar un álbum: los Nietos. Los Nietos extraviados en el laberinto del horror, los sustraídos, los secuestrados, los que aún no saben de quiénes son hijos, cuál es su historia, a quiénes se parecen, porqué son tercos o rubios o muy altos, o tienen un congénito recuerdo de la utopía...
Utopía: norte, imaginario de libertad de la cual mi generación sea tal vez la última respresentante.

Los Nietos son también niños perdidos, ¿qué importan los 30 años si en la imagen de sus abuelas están asociados a escarpines que no estrenaron, baberos que no ensuciaron, mordillos que no aliviaron sus encias hinchadas de vida?
Me entristezco, ya es 25 de Mayo, el único día al que el Estado o la historia denominan revolución. Yo perdí la mía. Me pierdo de nuevo en las neblinas de la juventud cuando el optimismo de la voluntad era superior al pesimismo de la inteligencia.
Regreso: Día Internacional del Niño Perdido, entonces imploro a las fuerzas supremas: que aparezca Madeleine y también Guido, el nieto de Estela que aún es un niño pequeño y vulnerable al que su abuela le hizo un ajuar. Y que aparezcan todos los nietos de las Abuelas de Plaza de Mayo, porque son niños alevosamente extraviados. Cuando un niño se pierde, lo roban o desaparece, hay una vida que se convierte en una instantánea, se congela ahí, justo ahí, donde hubo una fuga, donde el tiempo es un pliegue, en el momento en que lo robaron, en ese preciso instante en que le sustrajeron su origen.
Que aparezcan, por favor, todos los niños que busca Missing Children.
POR FAVOR QUE APAREZCAN YA para que su vida, deje de ser una fotografía y se convierta en una performance de fluir incesante.
Y si tenés dudas sobre quién sos, comunicate con Abuelas de Plaza de Mayo o al 4384-0983.

No hay comentarios: