Pablo Gámez en Radio Nederland
22-08-2007
Oscar Gonzáles es arqueólogo y director del Instituto Nacional de Cultura de Ica, Perú. Su decepción no se oculta: el terremoto que azotó el sur de su país ha provocado un desastre arqueológico y cultural sin precedentes. Las Líneas de Nazca, sin embargo, están iPablo Gámez: ¿ Cuál es la suerte de los más de 2.800 vestigios prehispánicos que se encuentran en la zona devastada por el terremoto?Oscar González: Hasta el momento sólo hemos podido hacer una evaluación parcial de los daños materiales. No obstante, sí podemos adelantar que en Cabezas Largas, que forma parte de la necrópolis Paracas, han aparecido con el terremoto cerca de siete *fardos funerarios. Lo mismo sucedió en Cerro Colorado. Necesitamos que los arqueólogos determinen qué medidas se deben asumir para establecer si estos fardos se eliminan o se quedan. En líneas generales, es mucho lo que se ha perdido, y podríamos hablar en términos de una tragedia arqueológica. P.G: ¿En concreto, qué se ha perdido?R.G: Por ejemplo en La Huaca de la Centinela, de Chincha, decenas de muros se han desplomado. Lo mismo que en Litardo Bajo. No se trata de cualquier tipo de muros. Todos estaban pintados con frisos y contenían una información muy valiosa. Tambo Colorado es otro lugar donde ha sucedido lo mismo. Hablamos de patrimonio nacional pero también nos recuerda la época maravillosa de la cultura paracas. Son nueve mil años de historia hechos añicos. Depósitos milenarios han desparecido en la zona de los geoglifos de Nazca.
Friso: Faja más o menos ancha que suele pintarse en la parte inferior de las paredes, de diverso color que estas. También puede ser de seda, estera de junco, papel pintado, azulejos, mármol, etc.P.G:¿Es irreparable el daño sufrido en varias momias prehispánicas? R.G: La mayoría de momias conservadas en la zona han sufrido daños muy serios. Prácticamente la totalidad se encontraba protegida por vitrinas. Y bueno, las vitrinas se reventaron y las momias cayeron de sus pedestales. Después de tantos siglos, estas momias estaban por desintegrarse. Cada cosa que las toca, las afecta. Imagínese lo que ha quedado de ellas: nada. Todas han quedado mutiladas o maltrechas. P.G: ¿En qué consistió la civilización de los Paracas?R.G: Fue una civilización que vivió bajo la superficie del terreno. Habitaron un lugar donde persiste una ventisca permanente. Tanto así que Paracas, en Quechua, quiere decir "lluvia de arena". Tuvieron que hacer casas bajo la superficie de la tierra. Así vivieron miles de años, haciendo florecer una cultura enigmática y maravillosa. Sus tejidos eran de gran calidad, lo mismo que sus obras de barro. La finura y contextura de estas piezas son difícilmente superables. Ellos empezaron a hacer dibujos con las uñas, haciendo una especie de labrado sobre el barro fresco. Luego, con el tiempo, le pusieron color y pintura. Allí grabaron todo lo que vieron. Es decir, estas figuras sirvieron como fotografías. Todos los restos conservados se encuentran bajo tierra, en las necrópolis que se usaron, donde aparecieron fardos funerarios con ajuares. Estos hallazgos han proporcionado datos para su conocimiento. En el fondo es poco lo que se conoce de su cultura. Se cree que vivían de la pesca y de la horticultura. Entre otras cosas, Paracas fue un pueblo muy belicoso, que mantuvo continuas luchas, como se muestra en muchas representaciones de sus tejidos, exhibiendo cabezas como trofeo. Esto les permitió sobrevivir durante tanto tiempo. Se desconoce quiénes la gobernaron o cómo fue su política debido a la ausencia de fuentes. Lo que se conoce de este pueblo ha sido extraído de la información obtenida de las distintas tumbas, de su cerámica y sus tejidos. Además, a diferencia de la cultura Chavín, no se extendieron demasiado, con lo que su área de influencia quedó limitada a la península de Paracas. En los primeros años de nuestra era, toda esta zona fue ocupada por la cultura Nazca, y van a asimilar muchos objetos de Paracas, sobre todo la cerámica.
P.G: ¿Qué sucede con los Templos del Señor de Luren y el de La Merced?R.G: Si hay algo que en la región imperaba, era el culto al Señor de Luren. A él se le veneraba en una capilla que se vino abajo, un templo elevado, del cual no ha quedado nada. La historia sobre el Señor de Luren, está llena de pasajes místicos que se inicia muchos años antes de su devoción en tierra iqueñas. Según los datos, su imagen pudo haber sido creada por el gran escultor Miguel Ángel, obra que en el siglo XVI, fue comprada por un caballero inglés de apellido Smith. A su deceso, la imagen queda en la capilla familiar. Pocos años después, al estallar en Gran Bretaña el enfrentamiento entre protestantes y católicos, Lord Smith, heredero de la familia, ordena ocultar la imagen, para evitar que caiga en manos de los protestantes, permaneciendo por espacio de casi 10 años, en el sótano de su hogar, hasta que en 1568, decidió enviarla al convento de los Padres Franciscanos en el Perú.El templo de La Merced, de cinco siglos de antigüedad, también ha desaparecido. Y será prácticamente imposible reconstruirlo, ya que ha sido removido de sus cimientos.
P.G: ¿Qué pasa con las Líneas de Nazca?R.G: No han sufrido daños directos. Sí la parte arqueológica. Es decir, lo que los nazcas hicieron dentro del lugar de su hábitat. Por ejemplo, donde depositaban el agua, una obra artesanal de gran complejidad técnica que ha quedado en nada. P.G: El vandalismo desatado a raíz del terremoto puede conducir al temido saqueo arqueológico?R.G: Es un gran problema y es poco lo que se está haciendo para evitarlo. Para mi sorpresa me doy cuenta de que no hay interés por atender este problema. Entiendo que las prioridades están en otras áreas, pero el tiempo lamentará la pérdida arqueológica que de este saqueo se derive. P.G: Un terremoto de tales dimensiones destruye todo a su paso, pero al mismo tiempo deja mucho al descubierto. ¿Cree que esta tragedia pueda conducir a importantes descubrimientos?R.G: Sin duda. Los arqueólogos, en estos momentos, se encuentran en Chincha, llegando hasta Nazca, y están analizando la zona por centímetros. Ellos darán cuenta de los nuevos descubrimientos, pero también de los daños.
22-08-2007
Oscar Gonzáles es arqueólogo y director del Instituto Nacional de Cultura de Ica, Perú. Su decepción no se oculta: el terremoto que azotó el sur de su país ha provocado un desastre arqueológico y cultural sin precedentes. Las Líneas de Nazca, sin embargo, están iPablo Gámez: ¿ Cuál es la suerte de los más de 2.800 vestigios prehispánicos que se encuentran en la zona devastada por el terremoto?Oscar González: Hasta el momento sólo hemos podido hacer una evaluación parcial de los daños materiales. No obstante, sí podemos adelantar que en Cabezas Largas, que forma parte de la necrópolis Paracas, han aparecido con el terremoto cerca de siete *fardos funerarios. Lo mismo sucedió en Cerro Colorado. Necesitamos que los arqueólogos determinen qué medidas se deben asumir para establecer si estos fardos se eliminan o se quedan. En líneas generales, es mucho lo que se ha perdido, y podríamos hablar en términos de una tragedia arqueológica. P.G: ¿En concreto, qué se ha perdido?R.G: Por ejemplo en La Huaca de la Centinela, de Chincha, decenas de muros se han desplomado. Lo mismo que en Litardo Bajo. No se trata de cualquier tipo de muros. Todos estaban pintados con frisos y contenían una información muy valiosa. Tambo Colorado es otro lugar donde ha sucedido lo mismo. Hablamos de patrimonio nacional pero también nos recuerda la época maravillosa de la cultura paracas. Son nueve mil años de historia hechos añicos. Depósitos milenarios han desparecido en la zona de los geoglifos de Nazca.
Friso: Faja más o menos ancha que suele pintarse en la parte inferior de las paredes, de diverso color que estas. También puede ser de seda, estera de junco, papel pintado, azulejos, mármol, etc.P.G:¿Es irreparable el daño sufrido en varias momias prehispánicas? R.G: La mayoría de momias conservadas en la zona han sufrido daños muy serios. Prácticamente la totalidad se encontraba protegida por vitrinas. Y bueno, las vitrinas se reventaron y las momias cayeron de sus pedestales. Después de tantos siglos, estas momias estaban por desintegrarse. Cada cosa que las toca, las afecta. Imagínese lo que ha quedado de ellas: nada. Todas han quedado mutiladas o maltrechas. P.G: ¿En qué consistió la civilización de los Paracas?R.G: Fue una civilización que vivió bajo la superficie del terreno. Habitaron un lugar donde persiste una ventisca permanente. Tanto así que Paracas, en Quechua, quiere decir "lluvia de arena". Tuvieron que hacer casas bajo la superficie de la tierra. Así vivieron miles de años, haciendo florecer una cultura enigmática y maravillosa. Sus tejidos eran de gran calidad, lo mismo que sus obras de barro. La finura y contextura de estas piezas son difícilmente superables. Ellos empezaron a hacer dibujos con las uñas, haciendo una especie de labrado sobre el barro fresco. Luego, con el tiempo, le pusieron color y pintura. Allí grabaron todo lo que vieron. Es decir, estas figuras sirvieron como fotografías. Todos los restos conservados se encuentran bajo tierra, en las necrópolis que se usaron, donde aparecieron fardos funerarios con ajuares. Estos hallazgos han proporcionado datos para su conocimiento. En el fondo es poco lo que se conoce de su cultura. Se cree que vivían de la pesca y de la horticultura. Entre otras cosas, Paracas fue un pueblo muy belicoso, que mantuvo continuas luchas, como se muestra en muchas representaciones de sus tejidos, exhibiendo cabezas como trofeo. Esto les permitió sobrevivir durante tanto tiempo. Se desconoce quiénes la gobernaron o cómo fue su política debido a la ausencia de fuentes. Lo que se conoce de este pueblo ha sido extraído de la información obtenida de las distintas tumbas, de su cerámica y sus tejidos. Además, a diferencia de la cultura Chavín, no se extendieron demasiado, con lo que su área de influencia quedó limitada a la península de Paracas. En los primeros años de nuestra era, toda esta zona fue ocupada por la cultura Nazca, y van a asimilar muchos objetos de Paracas, sobre todo la cerámica.
P.G: ¿Qué sucede con los Templos del Señor de Luren y el de La Merced?R.G: Si hay algo que en la región imperaba, era el culto al Señor de Luren. A él se le veneraba en una capilla que se vino abajo, un templo elevado, del cual no ha quedado nada. La historia sobre el Señor de Luren, está llena de pasajes místicos que se inicia muchos años antes de su devoción en tierra iqueñas. Según los datos, su imagen pudo haber sido creada por el gran escultor Miguel Ángel, obra que en el siglo XVI, fue comprada por un caballero inglés de apellido Smith. A su deceso, la imagen queda en la capilla familiar. Pocos años después, al estallar en Gran Bretaña el enfrentamiento entre protestantes y católicos, Lord Smith, heredero de la familia, ordena ocultar la imagen, para evitar que caiga en manos de los protestantes, permaneciendo por espacio de casi 10 años, en el sótano de su hogar, hasta que en 1568, decidió enviarla al convento de los Padres Franciscanos en el Perú.El templo de La Merced, de cinco siglos de antigüedad, también ha desaparecido. Y será prácticamente imposible reconstruirlo, ya que ha sido removido de sus cimientos.
P.G: ¿Qué pasa con las Líneas de Nazca?R.G: No han sufrido daños directos. Sí la parte arqueológica. Es decir, lo que los nazcas hicieron dentro del lugar de su hábitat. Por ejemplo, donde depositaban el agua, una obra artesanal de gran complejidad técnica que ha quedado en nada. P.G: El vandalismo desatado a raíz del terremoto puede conducir al temido saqueo arqueológico?R.G: Es un gran problema y es poco lo que se está haciendo para evitarlo. Para mi sorpresa me doy cuenta de que no hay interés por atender este problema. Entiendo que las prioridades están en otras áreas, pero el tiempo lamentará la pérdida arqueológica que de este saqueo se derive. P.G: Un terremoto de tales dimensiones destruye todo a su paso, pero al mismo tiempo deja mucho al descubierto. ¿Cree que esta tragedia pueda conducir a importantes descubrimientos?R.G: Sin duda. Los arqueólogos, en estos momentos, se encuentran en Chincha, llegando hasta Nazca, y están analizando la zona por centímetros. Ellos darán cuenta de los nuevos descubrimientos, pero también de los daños.
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