lunes, 27 de agosto de 2007

VON WERNICH, QUERIENDO CULPAR A UNA VÍCTIMA

En un clima tenso, Von Wernich cruzó acusaciones con otro testigo que lo incriminó
Apoyado en información que, según dijo, le dio el represor Etchecolatz, el ex capellán de la Bonaerense acusó al ex detenido Luis Velasco de haber pertenecido al batallón 601 de inteligencia del Ejército. Luego, el testigo lo desmintió. "Después de 30 años recién ahora se acuerda de esto. Evidentemente mi testimonio es importante", destacó.

Una nueva audiencia en el juicio que se lleva adelante contra el ex capellán de la Policía Bonaerense, Christian Von Wernich, comenzó con un sorpresivo pedido del sacerdote de ampliar su declaración indagatoria donde acusó al testigo Luis Velasco de haber pertenecido a una fuerza de inteligencia -el batallón 601- durante la última dictadura militar.
Von Wernich sostuvo que fue Miguel Etchecolatz quien le informó que Velasco "perteneció al batallón 601 de inteligencia del Ejército argentino" y sostuvo que "en su momento se lo tuvo para que recogiera información de las personas alojadas en distintas comisarías". "Gracias a esa información se produjeron importantes allanamientos en el área de La Plata", aseguró el ex capellán, y acotó: "Esto lo cuento porque quiero que el Tribunal sepa quién es la persona que me está acusando y el porqué, no lo sé".
Asimismo, el ex capellán calificó la declaración de Velasco de "difamación tremenda", al exponer ante el Tribunal Oral Federal 1, donde no obstante no aceptó responder preguntas de los miembros del Tribunal.
Por su parte, Luis Velasco, quien durante la última dictadura se exilió en España y desde entonces vive en ese país, sostuvo que el ex capellán le hizo bromas sobre las secuelas que le provocaron las torturas a las que fue sometido mientras estuvo cautivo, relato que ya había entregado en el año 2002 en el Juicio por la Verdad que lleva adelante la Cámara Federal de La Plata: "El señor Von Wernich me tocó los pelitos del pecho y empezó a hacer bromas, (me decía) que en la tortura me habían quemado todos los pelitos".
El testigo explicó también que durante una conversación Néstor Bozzi, otro detenido, "se arrodilló (ante el cura), le tocó la mano y le dijo: 'Padre yo no quiero morir' y él le contestó: 'Hijo mío, la vida de los hombres la decide Dios y tu colaboración'.
En relación a la acusación del ex capellán, Velasco sostuvo que "recién ahora, 30 años después se acuerda de esto", en relación a su posible rol como doble agente, y dijo que responder a eso es "darle más bombo a algo que no lo merece". "Evidentemente mi testimonio es importante", agregó.
Velasco viajó especialmente a Buenos Aires para declarar en el juicio oral que desde comienzos de julio se le sigue al ex capellán policial, de 68 ańos, acusado de siete homicidios, 31 casos de torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad.
Al declarar en el Juicio por la Verdad, el testigo reconoció que cuando recuperó la libertad y antes de exiliarse a España volvió a encontrarse con el sacerdote, quien le confesó que "no sabía cómo lo habían dejado libre porque para él era boleta desde el primer día".
El de Velasco se sumó a otros testimonios anteriores en los que el ex capellán fue reconocido como un visitante habitual de diferentes centros clandestinos de detención montados por el régimen militar. El religioso fue capellán de la policía de la provincia de Buenos Aires cuando la jefatura de la mayor fuerza de seguridad del país estaba a cargo del fallecido general Ramón Camps, quien había sido condenado a prisión perpetua en 1986 por delitos de lesa humanidad.

en Clarín

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