sábado, 3 de noviembre de 2007

LOS NIÑOS SÍ, LOS PADRES NO...LA PESADILLA DE SER MIGRANTE EN EU

Los papeles que dividen
Luisa Fernanda López en RadioNederland
Se calcula que son 5 millones los niños cuyos padres están indocumentados en los Estados Unidos. Dos terceras partes de ellos, son ciudadanos norteamericanos. Las feroces redadas llevadas a cabo por imposición de la administración Bush en los últimos meses, ponen a esta población infantil, ante el riesgo de tener que separarse de sus familias. Un reciente informe preparado por el Consejo Nacional de la Raza y el Urban Institute llama la atención sobre este alarmante problema.
Esta semana los esposos Julio y Liliana Gómez, padres de Juan Sebastián y Alejandro Gómez, una pareja de colombianos, tuvieron que regresar a su país después de luchar durante 17 años y ante todas las instancias posibles, su permiso para permanecer en los Estados Unidos. Atrás quedaron los hijos. Sus padres tomaron la difícil decisión de separarse de ellos pues consideraron que los niños, tendrían un mejor futuro en el país del norte. Además, tanto Juan Sebastián como Alejandro han crecido, se han formado y escolarizado en los Estados Unidos.
Pagando el precio
Un reciente informe publicado por el Consejo Nacional de la Raza y el Urban Institute revela que entre el 2002 y el 2006 se ha incrementado de 500 a 3.600 el número de personas arrestadas por no tener papeles en regla. En su gran mayoría, estas personas tienen sus familias, sus hijos residiendo en territorio norteamericano, lo que los coloca también en situación de perseguidos. El estudio titulado Pagando el precio: El impacto de las redadas a inmigrantes en los niños americanos, señala por ejemplo, que de 900 adultos arrestados y deportados, 500 niños han resultado afectados. Y en dos de los estudios sobre el terreno se vio que el 79 y el 88 por ciento respectivamente, se trataba de menores de 10 años.
*Rosa María Castañeda, una de las autoras del informe, le comentó a Radio Nederland que a pesar que en su gran mayoría, los menores quedan bajo la custodia de familiares y amigos, algunos han permanecido durante días, semanas e incluso meses sin recibir ningún cuidado. Lo contradictorio es que aunque las dos terceras partes de los niños hijos de inmigrantes indocumentados, sí son legales, el Estado en este caso, no está cumpliendo una de sus deberes fundamentales: garantizar los derechos fundamentales de una de sus poblaciones más vulnerable.
Secuelas para toda la vida
Uno de los aspectos más preocupantes del informe son los efectos sicológicos que se pudieron detectar en los grupos estudiados. En muchos de los casos, los inmigrantes detenidos permanecen días sin poder comunicarse con sus hijos, lo que significa para los menores, una situación de abandono. Rosa María Castañeda señala que después del arresto y posterior desaparición de sus padres, los niños sufren severos traumas que se traducen, en el menor de los casos, desde agresividad hasta el peor: deseo de quitarse la vida.
Para Castañeda, esta inhumana contradicción jurídica entre unos padres indocumentados y unos hijos con todos los papeles en regla debe ser resuelta cuanto antes por quienes hacen las leyes de inmigración en sus país. De lo que se trata aquí es de proteger a esta no pequeña población de 5 millones de menores.

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