viernes, 1 de febrero de 2008

DEL GÉNERO DEL VERANO

del cuerpo del verano
Aquí, un mar plomizo nos mantiene anclados a la playa, quietos, absortos y casi resignados a la precariedad de este bienestar, sabiendo que al regreso encontraremos las mismas carencias, las mismas falacias, las mismas tretas y como diría Villoro, cierta certeza de que la única aventura posible es la repetición.
En los breves instantes en que es posible conectarse a internet sin sufrir cortes leo algunos diarios y deseo imperiosamente regresar a la playa, como Pauls, quiero tener un rato más una vida descalza.
En mi cuerpo que ahora materializa placer, ocio, a quién amar, con quién vivir, está inscripta la resistencia.
Me voy de aquí y me resuena esta reflexión de Gabriela Rodriguez, participante del foro de Davos,
"Como participante en la mesa sobre los derechos humanos de las mujeres, argumenté por qué es sustancial el movimiento feminista en la lucha contra el régimen neoliberal. El movimiento coloca al cuerpo como la expresión más material y concreta del bienestar y del ejercicio de las libertades; en el cuerpo se materializa el trabajo y el placer, la fuerza productiva y el ocio, la decisión de dónde ir, a quién amar, con quién vivir, tener o no tener hijos, cuántos. Por lo mismo, el cuerpo es hoy el principal blanco de ataque de la nueva derecha, de la local y la internacional ".

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