domingo, 3 de febrero de 2008

O ERRO DO VERÂO



Anoche en la sobremesa conversabamos sobre abusos. Angel, lujurioso a la hora de beber, antojado de licuado pagó la módica de $10 por uno de banana que no llegaba al cuarto litro y que para mí, no estaba debidamente helado. Pero lo de Matilde, supera ampliamente lo del pibe del chiringo playero que hasta pone las cáscaras para espesar el brebaje.

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