El diario La Nación, da cuenta hoy de la situación de la facultad Ciencias Sociales. La necesidad de fondos se ha hecho imprescindible para poder funcionar. Dicha casa de altos estudios se ha declarado en emergencia y da cuenta de que el inicio del segundo cuatrimestre de clases se halla en peligro. En una Carta Abierta el decano Schuster deja en claro que :
1)el presupuesto que asigna el estado es exiguo para sostener su funcionamiento diario y sostener el manteniemiento eidilicio en que se cursan las carreras,
2) tampoco alcanza para llamar a concursos docentes, rentar profesores ad honórem y sostener los cuatro profesorados creados recientemente.
1)el presupuesto que asigna el estado es exiguo para sostener su funcionamiento diario y sostener el manteniemiento eidilicio en que se cursan las carreras,
2) tampoco alcanza para llamar a concursos docentes, rentar profesores ad honórem y sostener los cuatro profesorados creados recientemente.
3) la situación es crítica en varias áreas y la la reasignación de partidas con que se sostiene el funcionamiento tiene impacto en el funcionamiento concreto de la facultad.
Ciencias Sociales cuenta con una población estudiantil de más de 25.000 alumnos en cinco carreras de grado y más de 1200 estudiantes de posgrado. En el primer tramo de la gestión se normalizó el funcionamiento de la facultad, pero sin un amento de presupuesto es una quimera dar un salto cualitativo , ya que éste es de unos $ 30 millones por año pero sería necesario duplicar ese monto para poder funcionar. Con 60 millones podrían empezar a rentar el trabajo ad honórem, invertir en los cuatro profesorados de la facultad, aumentar las designaciones docentes exclusivas, llamar a concursos, e invertir en infraestructura y equipamiento. Asimismo es necesario que no sólo el gobierno nacional se haga eco del pedido sino que el rectorado tome los recaudos para agilizar trámites burocráticos con respecto a las asignaciones.
La voz de Ciencias Sociales es la que oímos hoy. ¿Cómo están las cosas en Filosofía y Letras?
Igual o peor ¿ y en Psicología?. El detrimento del salario ha determinado que las cursadas del primer cuatrimestre sean caóticas, que el estado de mantenimiento e higiene empeore, que los alumnos naveguen en un mar de dudas en términos de si tienen o no clases, ya que los reclamos de CONADU y otras agrupaciones son legítimos, pero todo ese magma de indiferencia estatal pauperiza las condiciones de trabajo y aprendizaje. Así y todo, cualquiera que vea el ranking mundial de universidades, verá con asombro, estupor y orgullo que la UBA sigue estando en los mejores lugares en cuanto a excelencia académica, lugar más destacado aún si se piensa en las maniobras políticas de destrucción de la que ha sido víctima junto al resto del aparato educativo. ¿Cuál es la decisión política que se necesita en este contexto para darle a la Universidad el lugar que merece? ¿Cuál es la intención final al regatearle a la educación un presupuesto que debería ser junto al de salud prioritario? Tal vez alguien pueda responder este enigma antes que la esfinge de la ignorancia nos desabarranque para siempre a todos y seamos presas de los fascistas de siempre que no dudaran en sacar sus tanques hidrantes cuando la ciudad se pueble de alumnos manifestando su deseo de estudiar y de profesores que exigen la paga real en relación a su fuerza de trabajo.
La voz de Ciencias Sociales es la que oímos hoy. ¿Cómo están las cosas en Filosofía y Letras?
Igual o peor ¿ y en Psicología?. El detrimento del salario ha determinado que las cursadas del primer cuatrimestre sean caóticas, que el estado de mantenimiento e higiene empeore, que los alumnos naveguen en un mar de dudas en términos de si tienen o no clases, ya que los reclamos de CONADU y otras agrupaciones son legítimos, pero todo ese magma de indiferencia estatal pauperiza las condiciones de trabajo y aprendizaje. Así y todo, cualquiera que vea el ranking mundial de universidades, verá con asombro, estupor y orgullo que la UBA sigue estando en los mejores lugares en cuanto a excelencia académica, lugar más destacado aún si se piensa en las maniobras políticas de destrucción de la que ha sido víctima junto al resto del aparato educativo. ¿Cuál es la decisión política que se necesita en este contexto para darle a la Universidad el lugar que merece? ¿Cuál es la intención final al regatearle a la educación un presupuesto que debería ser junto al de salud prioritario? Tal vez alguien pueda responder este enigma antes que la esfinge de la ignorancia nos desabarranque para siempre a todos y seamos presas de los fascistas de siempre que no dudaran en sacar sus tanques hidrantes cuando la ciudad se pueble de alumnos manifestando su deseo de estudiar y de profesores que exigen la paga real en relación a su fuerza de trabajo.
Por Emma Funes
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