La operación es la mayor realizada en un país donde se calcula que hay 85.000 trabajadores forzados.
Fernando Gualdoni en El País

"Sé que parece que estuviésemos hablando del siglo XIX y estamos en el XXI, pero hablamos de esclavitud. La diferencia es que aquí no hay distinción de razas: hay negros, blancos, indígenas... El denominador común es que todos son pobres, muy pobres", cuenta Luis Machado, de la oficina de la Organización Mundial de Trabajo (OIT) en Brasilia.
Los más de mil esclavos fueron liberados de una propiedad de la compañía agrícola Pagrisa, cercana a la ciudad de Ulianópolis, en el amazónico Estado de Pará. Habían sido "contratados" por los llamados gatos -agentes que actúan en nombre de los hacendados o empresas- en los paupérrimos Estados de Maranhão y Piauí, a cientos de kilómetros de allí, en el noreste del país.
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2 comentarios:
Me ha parecido bastante interesante tu blog, he de comentarte que llegué a él por casualidad y me alegro que así haya sido. Pude constatar que hay gente con intereses afines a una.
Felicidades
Gracias Haideé, tratamos de mostrar la ausencia o lucha por los derechos y matizar con las artes que no hacen daño, sino más bien nutren.
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